viernes, 30 de diciembre de 2011

Lista de Gratitud

«Muchas personas que ordenan correctamente sus vidas en todos los demás aspectos siguen siendo pobres debido a su falta de gratitud».
 Wallace Wattles
En el libro el secreto de Rhonda Byrne en: Los Poderosos Procesos de la Gratitud; en su inicio el Dr. Joe Vitale menciona lo siguiente:
“¿Que puedes hacer ahora mismo para empezar a cambiar tu vida? Lo primero que has de hacer es una lista de las cosas por las que te sientes agradecido. Esto cambia tu energía y empieza a cambiar tu forma de pensar. Mientras que antes de este ejercicio puede que te hayas estado enfocando en lo que no tienes, en tus quejas y problemas, cuando haces este ejercicio vas en otra dirección. Empiezas a sentirte agradecido por todas las cosas por las que te sientes bien”.
Y después de este primer párrafo, continua con una frase de Wallace Wattles:
«Si es nuevo para ti lo de que la gratitud acerca tu mente a la armonía con las energías creativas del Universo, reflexiona bien sobre ello y verás que es cierto»

Todo esto viene, que después de escuchar la homilía del P. Carlos (Párroco de la Parroquia Espíritu Santo de Alto Selva Alegre a la cual pertenezco) quedo como tarea el hacer una lista con las cosas, personas, sucesos, etc., por las cuales deberíamos estar agradecidos con respecto a este año y en conmemoración con el nacimiento del niño Jesús, ofrecérselo.  

Sentado escuchando el sermón pensaba -quizá por mi estado anímico que en la anterior entrada a este blog les mencione que iba con el clima- que aparte de un par de cosas este año no había sido bueno…, o por lo menos no terminaba bien. Pero, fui pensando en la lista una vez concluida la eucaristía y, creído de que no sería larga; empecé por las personas que quería saludar por navidad y que este año han significado algo bueno y positivo en mi vida. Es así que empezaron a salir los primeros nombres la madrugada del veinte y cinco; luego ya pasado el alborozo navideño, decidí seguir meditando sobre esa lista y de hecho que fue aumentando, para mí sorpresa.

El año empezó (acaba de aparecer otras razones más en mi recuerdo) con  el compartir de fin de año con personas que el año anterior formamos parte de algunos trabajos pastorales que me dio la oportunidad de sumar nuevos amigos, de antemano mil gracias; pero enfocándome a este año y como ya hace algunos años venimos realizando en casa el intercambio de regalos para reyes; este año lo tuvimos que hacer en el patio y no en la sala como en otrora, signos que la convocatoria va aumentando y que es una familia numerosa… parece que para el que viene se hará en un campo deportivo. Quizá sea motivos menores porque se van haciendo costumbre y no forman parte de aquellos sucesos espectaculares que marcan nuestras días.

Muchos de mis agradecimientos verás que son por la realización de sueños, el incremento de buenas amistades, unión familiar, el servir o ser útil y la mano extendida; por eso menciono esta reunión familiar porque cumple un sueño y de unión en el que yo no tuve alguna influencia… es un regalo.

Parecido en las razones -sueño y unión familiar-, en verano pudimos cumplir con mi rama –esta vez me refiero solamente a mis padres, hermanos y sus familias, lo del intercambio involucra, tíos(as), primos(as), etc.- en algo que venia mentalizando mucho tiempo atrás y a insistencia mía, al esfuerzo que hicieron, sobre todo mi hermana Mayeli que vino con toda su estirpe desde Lima para compartir inolvidables momentos en Mollendo, que espero que se repitan, pero por lo menos los de este año los llevare siempre conmigo; al igual -y esta vez fue mi hermana mayor la gestora- tuvimos otro viaje familiar por el día de la madre; en esta ocasión fuimos: Ella con sus hijos, mi hermana menor y su enamorado, mi mamá y sus hermanas (mis tías) y yo, a Yanque – Chivay, para que sus hijos conozcan el cañón del Colca. Por ese viaje conocí a una prima que nos facilito el viaje, Carelia; mujer noble, sencilla y de gran corazón. Gracias

Entre mis viajes y quizá el momento de mayor agradecimiento que sentía cuando el sacerdote hablaba; era el que tuve a medio año (en julio). Gracias a Expediciones Perú por darme la oportunidad de aquella expedición de reconocimiento a los Caminos Inca, que me llevo por la sierra del norte: Cajabamba y Huamachuco, una semana de aventura, libertad, embelesamiento, autodescubrimiento, esencia y nuevos amigos.

Antes del viaje al norte tuve el compromiso de ser padrino de Maximiliano, gracias a Julio y Vero por la oportunidad que me llena de mucho honor y gran responsabilidad que va con el sentir humilde para poder aceptarlo y llevarlo con la ayuda del Padre Mayor y con Meliza –la comadre-, gracias a ella también por ser parte de mis nuevas amistades y ojala podamos que sea de las buenas, pero la gratitud va también por el apoyo (aunque ella fue la columna y yo el apoyo) de poder llevar bien nuestra encargo, por su sencillez y la paciencia que tuvo conmigo.

No está de más, decir que el agradecimiento a cada persona y de cada momento vivido, va de la mano el agradecimiento a Dios, que creo firmemente que Él está detrás, de lado  y delante de todo estos acontecimientos; por ejemplo, Él permite que los demás vean en uno cualidades que uno de repente no se percata, sea por lo que fuera. Así esta lista se extiende y uno se siente muy agradecido de aquellas personas que aparecieron en el momento preciso para que con una sencilla conversación, consulta, risas, comentarios, etc., animaron a este nostálgico ser humano; sobre todo aquellos que ven más de lo que uno ve, cree ser o tener, como Janeth y Kelly que siempre resaltan virtudes y dones que a veces uno entierra porque también quisiera estar sepultado con ellos. Ellas –por mencionar solo dos de varios- lo hacen sin saber que están sacando del hueco a este aedo melancólico. También aquellas personas que confían sus secretos, sus dudas, sus males y me llevan a sentirme útil; agradecido porque puedo ser oídos, hombros y quizá palabras alentadoras, consejeras o tal vez meditativas que le sirvan al otro. Me reservo los nombres, porque son parte del secreto de confesión.

Valorando la oportunidad de hacer nuevos amigos y fortalecer los que se van encaminando, es mi gratitud a aquellos que en este año se sumaron a ello, gracias a Jenny porque por su insistencia pude participar de las JVX – PES 2011, de formar un gran equipo, empezando por el P. Carlos que le ha venido a dar un plus de acción y carisma a nuestra parroquia; siguiendo por ella, por creer en mí y los dones que Dios pone en mi para su obra, porque vamos afinando una amistad de hermanos donde su inocencia, alegría y positivismo te llenan de paz; por las nuevos que te fortalecen: como  Fiorella; mujer linda, pero de empuje y actividad de mayor resalte, o César (Chapu) que su juventud me lleva a recordar la mía, por el dinamismo y la alegría, Andrés que paso de buenos conocidos a amigo y con su chispa impartió alegría y esperanza a todo esta aventura que se inicio cuando él era un observador más. Amistades que se van poquito a poco consolidando, gracias por ello a Liz, Jean Pierre y Noelia, por su estima, su confianza, su consulta; también dentro este grupo –y no se si darle las gracias o- está Paula, mujer -a lo mismo que Fio-, de fortaleza, ejemplo de trabajo y empuje, me hace sentir pequeño, por no decir que me agarra a patadas los bríos que ella muestra, sumado a eso su carisma y la falta de tiempo que no se interpuso en un sí y nos completo a todos; a Magaly, gracias especiales por su ejemplo de amistad, que valora a la persona por lo que es y no por le puedan decir de ella e incluso defenderla o querer hacerlo que en algunos casos es lo mismo, porque se parece a uno, creo; entiende bien mis melancolías y soledades, podemos hablar de la trova y su letra tan intrínseca y metafórica, filosofar y pensar en todo e inclusive en la nada…; a Kenny que su espiritualidad no decaía y no las trasmitía, por la confianza que me tiene, entre otra cosas; a Fredy a quien también agradezco su confianza y sobre todos sus palabras al finalizar este trabajo que aún no logro de digerir o aceptar y quizá es la respuesta que fui a buscar a aquella casa tan mística que iba después de quince años, pareciera que Dios se las iba diciendo al oreja. Es que ya no me siento capacitado para ello…

Está también Carloncho; un amigo que siempre tendrá una llamada para mi, un espacio –un trago también- y su apoyo -ya varias veces comprobado- en momentos difíciles como lo estuvo –para molestar y cambiar la historia- en mi último accidente una vez que se enterró. Gracias por esa amistad incondicional, como el de su tocayo Carlos Luque, amigo siempre presente, en la pichanga, en la confianza, en la joda (momentos nuevos han sido ir al estadio para apoyar al Melgar aunque él sea de la U, pero como buen arequipeño sabe que tiene sangre roja y negra; también fuimos apoyar al Huracán) Y en esa misma línea, la lista se hace enorme, amigos que siempre estarán presenten como Carlos Ampuero con su apoyo silencioso y desde el inicio con la empresa al recordarme mes a mes el día para la declaración; Víctor de gran disposición en cuanto le pida o Giovanni de amistad de la “Resistencia”; Leo, que nos permitió disfrutar el partido en pantalla gigante en mi cumpleaños y mantenimiento de mi computadora. Y Malena que con sencillez y gran apertura me apoyo con unas fichas… me reconforta bastante porque yo soy bien difícil en pedir favores, y cuando cuentas con amigos así y sin ningún “pero”, están ahí, uno se siente agradecido y es por mencionar algunos nombres de los tantos que hay o que en este año resaltaron.

Gracias a Apolina, a Mirella y todo su comité, porque mas allá de no haberles colaborado como estoy acostumbrado hacer y debería, confiaron en mí, se apoyaron y apostaron por lo que se y puedo transmitir… Dentro ese grupo gracias especial a Paola, porque su presencia me hace bien, porque trasmite tanta fe y convicción, por el amor y empuje por EPJ  y me lleva a recordar al Paul de aquellos años en el movimiento.

Termino con aquella nueva amiga que por su iniciativa -ya que para esto y por estos momentos carezco  de ello y aumenta mi timidez-, empuja una amistad que incluso dejó de lado los malos comentarios que una mente hipócrita y envidiosa va creando por ahí, y quiere conocer a la persona, Gracias Zucita.

Y siempre, eternamente agradecido Dios porque a pesar de todo, aún me regala fe y todo lo anterior mencionado y tanto en todos estos años de mi existencia y a pesar que a veces mi corazón parece que esta apartado de Él (siempre buscamos culpables y si no hay, se lo endosamos a Dios y aunque conscientemente se que él no es culpable y lo más probable es que sea sólo yo, pero inconscientemente a veces le lanzo la pelota), aún “es el amigo que nunca falla”; y por mi familia -padres, hermanos y mis sobrinos que quiero tanto- que Él me da. Por mencionar solo a uno de ellos, mi hermano mayor, el doctor Jaime Mendoza, gracias también, porque este paciente es más impaciente y a veces parece el hermano mayor o el jefe renegón; él, con el amor que me tiene soporta a este cuerpo maltrecho y mi ira por estar siempre convaleciente.

Me faltaba mencionar que dentro las tares de aquel sermón que dio origen a estas líneas, está la de “los pendientes”, creo que este año no tengo pendientes más que dos que escapan de mis manos, pero creo que hay algunos que vienen de años atrás. Será otro tema a tratar, de mayor reflexión y solución.

Tantas veces somos ingratos con todo aquello bueno que nos pasa, a veces deseamos más de lo que podemos ver y agradecer. Esta lista es testigo de ello -se hizo enorme y solo durante estos trescientos sesenta y cinco días que rápidamente he recordado; de repente falten mas sucesos y personas- de lo mal agradecidos que somos habiendo tanto por serlo y nos detenemos sólo en lo malo, lo caótico; quizá por el entorno que nos envuelve en ello desde que amanecemos; con los rencores de ayer; entre la prisa, las responsabilidades; las cuentas y noticias en la televisión o el periódico del quiosco de la esquina. Hace años que empecé a leer el libro “El Secreto” pero aún no lo he terminado, me quede justo en esta parte de la gratitud. Será porque soy un mal agradecido, terco y quizá engreído o de vejez prematura que no me permite ver ¿cómo cuando niño y más joven, lo favorecido que era por Dios y miraba la vida entre las cosas sencillas? y no me deja avanzar tanto con el libro, como con mi crecimiento... Creo que este es un inicio al cambio y por ahora y este año esta es mi lista de gratitud… ¿cuál es la tuya?

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