viernes, 25 de noviembre de 2011

Trescientos sesenta y cinco días de No Violencia y No Maltrato… contra cualquier Ser y de ningún tipo.

No al injurio física o psicológica contra nadie. No aceptarla por miedo a la soledad, o por mendigar un poco de amor, o de pan. No al abuso de nadie: mujer o varón; niño, adulto o anciano, ni a su desmedro del honor y honra por chismes que ladran las personas a las que no pueden alcanzar o imitar. No permitir el despotismo laboral por defender un puesto de trabajo o ganar algún real más. No a la desvalorización de la personas en las combis -y en lugares discriminatorios- que nos creen cajas que pueden empujar, hacer a un lado, botar o apilar por el deseo nuestro de ganarle al tiempo y llegar pronto a nuestro destino o desear asistir en libertad en algún lugar. No al agravio auditivo por ignorantes y desesperados choferes, ni a nuestro aire por tantos conocidos de orejas sordos. No al maltrato a los hijos y abuelos por la prisa en la vida de los adultos, seres aprendices y creídos de superioridad o estabilidad emocional… quizá sea sólo falta de paciencia..

“Aprendamos a valorarnos y valorar… nada vales más que el Ser Humano ni miles de monedas, ni todo el tiempo, ni los falsos amoricones, ni el poder o la fama… nada”.

Y no al maltrato de la naturaleza por un desordenado, narcisista, materialista y ambicioso progreso; ni a la vejación de los animales por estúpidos y salvajes espectáculos; por caprichosos gustos de entretenimiento e inclusive afanes domésticos; privándolos de su espacio y hábitat.

Rompamos el silencio como nos comparte Fernando Ubiergo. Levanta tu voz oportuna cuando asalten tu dignidad, no callemos y pequemos de omisión siendo sólo temerosos espectadores cuando los demás son violentados por cobardes, iletrados y vetustos procederes; y exijamos a nuestras autoridades a actuar oportuna y en justa medida a las quejas, denuncias; para darnos así la protección, el ambiente estable y necesario. Así, demostrando que en realidad somos seres superiores y pensantes, podremos vivir en PAZ.

“Será Señor y señores que nos falta una pisca de Amor, quizá igual que el granito de mostaza para la fe”

viernes, 18 de noviembre de 2011

Seres Rodantes

Estos seres de lata y oro negro
se presentan vociferando desde su interior,
con voz ronca el poder de su fierro y grasa
que a gritos de su idioma troglodítico
van sobresaltando mi alma.

Seres multicolores que se consumen en su gula,
alimento silente que calla su propia desvalorización
y es tan acuciante su prisa
que se dan el gusto de aplastar algunos
y dejar atrás a otros con un escupitajo.

¡Ah! y tantas veces anhelo poseer uno de estos monstruos…
para ser parte de este paisaje adusto
de ruidos abrasivos para los oídos,
de aire y actuar acre, para la paz física y mental…
¡Ay, que penoso deseo!  

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Carta a mi Madre: Hoy en su onomástico

Quintina: Amante de las matemáticas y el buen lenguaje.
Feliz día mamá:

Así es como te recuerdan tus amigas de la Promoción Pio XII de la Escuela Normal de Tacna “Corazón de María” y ahora entiendo un poco más el por qué de tu exigencia. Aunque en los números mayor dificultad no tenia, pero la exigencia por la buena escritura –tu de tan buena letra, exigías a este amanuense de jeroglíficos mantener “Palmer” hasta quinto de media y me repetías: “las letras hay que dibujarlas”…, haber si algún día se pudiera descifrar mis escritos que ni en forma y tal vez ni fondo muchos de ellos se logren entender-, la ortografía precisa  y la gramática bien empleada y expresada; me valieron largas noches y miles de hojas rotas y rehechas.  

Ahora pasados tantos años, veinte desde que salí del colegio y que recién voy descubriendo mi verdadera vocación, ese costo pagado es bien válido. Creí en ese tiempo que mi vida futura seria trazada por los números y analices, nada que ver con ciencias o letras, menos pensar en el arte –aunque me atraía- para una familia pobre no va bien soñar en ello… Ahora son las letras y el arte que le dan motor y motivo a mis días… “Mujer de intuición inequívoca, madre de sabiduría infinita, maestra integra; grabaste a noches y pellizcos el buen lenguaje en este aprendiz de escritor y poeta”.

Hoy madre que eres la prueba viva del milagro mejor que Dios nos ha dado, que volvemos a ver la fortaleza de ayer que venció mil obstáculos para darnos lo mejor y sacar adelante a estos cincos difíciles hijos…, te la diste ahora a ti y venciste a todas esas enfermedades que equivocadamente pensaron que ya te poseían. Setenta y uno años que no se notan porque eres más joven que ayer, porque vuelves a ser maestra de tus segundos hijos y hombro fuerte de los primeros, reduciendo distancias y años, recuperando memoria y calidad de docente, aquella de grandes resquicios hoy en día. Te confieso que cuando leía la frase de arriba escrita, en las memorias de la Promoción Pio XII, me sentí mil veces y más orgulloso de ser tu hijo. Ojala pueda yo retribuir por lo menos en un diez por ciento en jactancia para ti.

A Dios gracias por regalártenos por segunda vez, pidiéndole que esta bendición perdure porque te necesitamos y, gracias a ti… por todo… no puedo enumerar, corto quedaría e injusto sería.  GRACIAS.


Paul Yasha ML