miércoles, 9 de noviembre de 2011

Carta a mi Madre: Hoy en su onomástico

Quintina: Amante de las matemáticas y el buen lenguaje.
Feliz día mamá:

Así es como te recuerdan tus amigas de la Promoción Pio XII de la Escuela Normal de Tacna “Corazón de María” y ahora entiendo un poco más el por qué de tu exigencia. Aunque en los números mayor dificultad no tenia, pero la exigencia por la buena escritura –tu de tan buena letra, exigías a este amanuense de jeroglíficos mantener “Palmer” hasta quinto de media y me repetías: “las letras hay que dibujarlas”…, haber si algún día se pudiera descifrar mis escritos que ni en forma y tal vez ni fondo muchos de ellos se logren entender-, la ortografía precisa  y la gramática bien empleada y expresada; me valieron largas noches y miles de hojas rotas y rehechas.  

Ahora pasados tantos años, veinte desde que salí del colegio y que recién voy descubriendo mi verdadera vocación, ese costo pagado es bien válido. Creí en ese tiempo que mi vida futura seria trazada por los números y analices, nada que ver con ciencias o letras, menos pensar en el arte –aunque me atraía- para una familia pobre no va bien soñar en ello… Ahora son las letras y el arte que le dan motor y motivo a mis días… “Mujer de intuición inequívoca, madre de sabiduría infinita, maestra integra; grabaste a noches y pellizcos el buen lenguaje en este aprendiz de escritor y poeta”.

Hoy madre que eres la prueba viva del milagro mejor que Dios nos ha dado, que volvemos a ver la fortaleza de ayer que venció mil obstáculos para darnos lo mejor y sacar adelante a estos cincos difíciles hijos…, te la diste ahora a ti y venciste a todas esas enfermedades que equivocadamente pensaron que ya te poseían. Setenta y uno años que no se notan porque eres más joven que ayer, porque vuelves a ser maestra de tus segundos hijos y hombro fuerte de los primeros, reduciendo distancias y años, recuperando memoria y calidad de docente, aquella de grandes resquicios hoy en día. Te confieso que cuando leía la frase de arriba escrita, en las memorias de la Promoción Pio XII, me sentí mil veces y más orgulloso de ser tu hijo. Ojala pueda yo retribuir por lo menos en un diez por ciento en jactancia para ti.

A Dios gracias por regalártenos por segunda vez, pidiéndole que esta bendición perdure porque te necesitamos y, gracias a ti… por todo… no puedo enumerar, corto quedaría e injusto sería.  GRACIAS.


Paul Yasha ML

2 comentarios:

RENATO 1971 dijo...

Maestrito, gracias mil por el tiron de orejas y hacerme ver que a veces se tiene una madre y cual objeto ni la miramos y menos valoramos, como tu lo haces en este dia.
Gracias por el tiron de orejas maestrito.
Dios me la bendiga, a la gestora de tal ecribidor de poemas.
Un abrazo y gracias mil

RENATO 1971 dijo...

Bendiciones mila tu viejita y gracias tambien por el tiron de orejas y hacerme ver que a veces uno se olvida de su madre y cual objeto no le da la verdadera importancia que tiene.
Bendicones a ambos