jueves, 28 de abril de 2011

Esencia y Camino – En el arte de vivir

Un avatar se dedica a la vida ascética, alejándose de los deseos y apegos de este mundo que causan daño y dolor… ¿paradoja?; pero es más paradójico que cuando obtienes lo ansiado se convierte en adoración y cadenas, y quieres más; en vez de buscar ser sólo espíritu, alma libre de un cuerpo que sólo pide, una mente que cuestiona y divide…

Escuche alguna vez, que para crecer espiritualmente, tienes que saber lo peor que puedes hacer… Me dejo pensado y revisando mi vida por mucho tiempo.

Y es que quizá cuando sepas lo peor que ha cobijado tu interior y a donde puede llegar, ves también lo mejor de ti y te fortaleces espiritualmente para poder vencer aquello que inclusive muchas veces no entiendes ¡cómo pudiste haberlo hecho! Te vuelves más espíritu porque sabes que el cuerpo es quien ocasiona las otras acciones: el deseo enloquecedor, su adhesión a lo material, sus pensamientos de odio y venganza o de auto destrucción, etc. Entonces reconoces que tu alma puede estar siendo aplastada y necesitas rescatarla; para ello, primero tienes que encontrarla, hacerla más fuerte para contraatacar y vencer. Necesitas saber que hay en ti; siempre pongo este ejemplo: “si un mendigo va a tu casa a pedirte algo, necesitas saber que hay en su interior, para saber que le puedes dar; igual pasa con la persona; necesitas saber que hay dentro de ti, para saber que puedes dar y darte”… e ahí que empiezas a cambiar y crecer.

Necesitamos conocernos y el descubrirnos es parte del caminar, a veces tenemos todo tan controlado que no podemos saber quiénes somos realmente aunque nuestra vida pase en cierta “calma y seguridad”, con pocos errores, por ende aciertos pocos, repetitivos y eternos. No temas el andar, teme el no hacerlo y quedarte aplastado en un rincón, que es lo que mayormente el mundo nos ofrece. No temas el caerte, teme quedarte en el hueco que sabemos muy bien es originado por nosotros, entonces somos capaces de rellenarlo.

El sentirse “mal” – angustiado, deprimido, molesto o inquieto- tal vez no sea más que una señal que tu interior manda para saberte vivo cuando a veces piensas que ya no hay razón de vida, y estos sentimientos te llevan a palpar parte fundamental de ti, aunque pueda ser que todos a tu alrededor no notan tu presencia o nada te hace sentirte real o que, algo o alguien ciertamente importante o transcendente palpe tu ser. 

Cada momento tiene su espacio determinado y hay que vivirlo: como la tristeza; hay que sentirla y puede ser hasta “saborearla” y dejarla ahí, en su momento, sabiendo que es parte del caminar…, pero no dejarla trascender y que se convierta en sufrimiento, que a diferencia de la tristeza, que es algo más emocional-sentimental y del instante; ésta es más mental y por ende dañino y duradero. También el desconocerse en ciertas circunstancias difíciles de la vida por los cambios que uno descubre en su actuar –y que a veces no nos gusta o creemos que no es el de siempre-, pensar y decidir; y más allá que no nos convenza, esa nueva persona tiene su etapa, llegan de tiempo en tiempo y son necesarias para crecer y nos hace saber que estamos avanzando y requerimos de un alto para encontrar la esencia y las nuevas formas que tenemos para expresarla; pulirlas y amalgamarlas al interior para que el todo sea uno. Uno nuevo, porque sabemos que no somos los mismos de ayer inclusive que el minuto anterior, por eso no cortes ninguna etapa, ni te frustres por los momentos desconcertantes, vívelos en su tiempo e intensidad exacta al igual que los felices y calmos.

En el arte de vivir, el ensimismarse cuando hay muchos a tu alrededor quizá no está bien, pero si no lleguen a ni siquiera darle una brisa de refresco a  tus carencias y necesidades importantes al momento por el cual estas pasando; entonces sientes que sobrevives entre cuadros de monas lisas y ultimas cenas esperando resurrecciones y ser dueños reales de sonrisas, alegrías y que los sueños son postergados o asesinados por el verdugo de los pies en la tierra y las manos vencidas por tal gravedad -quizá quede ello para poetas, pintores… seres sensibles que se abstraen fácilmente aunque halla multitud o jubilo-, pero como humanos deseosos de elevarse debemos darnos un tiempo para la soledad en crecimiento.

A veces uno naufraga en sus pensamientos y se siente en islas inexistentes y así descubres que eres el autor inimitable de tus historietas mentales... Luego regresas y encuentras gente zumbándote al oído o por medio de vientos, palabras que te llevan a concluir tan ligeros y continuos viajes; ¡que las islas están bien!, pero no el quedarse ahí por mucho tiempo... En cada instante, en cada momento solo se sabe lo pronunciado, lo visto rápidamente (igual a como va el mundo, sin prisa y sin tiempo), mas lo guardado o escrito entre líneas; quizá sincero, tal vez profundo, será olvidado. Pero la esencia del hombre es saber quién es y para ello debe encontrarse absorto, percibirse en el silencio y la paz de sus emociones y pensamientos, en la ausencia de su ego, de juicios y prejuicios y en la compañía casi silente de un Dios. Pero sobre todo se necesita Tiempo y Valor, para que poco a poco puedas ir escuchando tu interior limpio como el niño puro que espera en él; y que será lo único en este mundo que no te mentira.

jueves, 7 de abril de 2011

En tiempo de Elecciones: El Protagonista es el Pueblo

Todo se centra en las personas posibles que pueden gobernar un país y a ellos van los pedidos, los reclamos, los insultos, dudas y juicios; pero a quien se le debe pedir más, mucho más, es al pueblo votante.

Primero: Que sepa leer y escuchar: No oír, sino escuchar, que sepa leer entre líneas y ver más allá de la figura o postura del candidato que siempre es transitoria y mayormente falaz. Que lea su actuar, sus ojos, su pasado y su hoja de vida; que se informe hacia donde tiende su ideología, si sobre esa  línea política la historia ya nos ha enseñado los estragos que causa ese tipo de gobiernos al mundo, o si han fracasado en el tiempo. La historia enseña, aprendamos de ella –a nivel mundial todo va cambiando, no solo el clima, vemos en crisis a los poderosos y en vías de desarrollo a los tercermundistas y caen dictaduras largas y tercas-.

Saber de la persona que se presenta, debe estar más prepararse que sólo en oratoria o la sociología del pueblo -o de la mayoría- para llevar con artilugios su campaña, así venderse y no prepararse técnicamente en las necesidades actuales que demanda tanto el país como el mundo.
Segundo: No actuar por el miedo: Ya basta que al final tengamos que llegar a decidir por el mal menor teniendo candidatos mejore, con su propia ideología, política de gobierno -y a todos se respeta- pero con un currículo mas limpio, o de mayor aciertos y experiencia que errores u horrores.

A veces me hace pensar que el Perú está compuesto de mentirosos, oportunistas, de mediocremente preparados, seres egoístas y “agradecidos”, lo digo esto por la cantidad de gobernantes que nos han representado elegidos por nosotros y eso no es así –el peruano siempre ha sido superior a sus problemas y de gran capacidad e ingenio-; porque hemos tenido candidatos capaces, de trayectoria reconocida a nivel mundial y un solo ejemplo (Quisiera evitar dar nombres, pero es para aclarecer la idea) es Javier Pérez de Cuellar, por lo menos recordados de los últimos tiempos y mas allá de la que pudo ser su tendencia política, sus virtudes y defectos como persona; fue alguien que estuvo al frente de la ONU -organismo de gran relevancia mundial -por más de un periodo siendo reelegido por su capacidad y otras responsabilidades políticas y diplomáticas (por ende un tipo muy preparado, limpio y de experiencia internacional en problemas sociales, políticos, económicos…)  y actualmente es uno de los peruanos con mayores reconocimientos en vida a nivel nacional y mundial. Y fue otro que con artera apología a su dictadura, fue reelegido.

Tercero: Evitar pre juicios, no se trata si pertenece al segmento A, B, C… o Z, o si es blanco, negro, criollo o mestizo –evito decir cholo, porque aunque es una palabra ambivalente, denota cariño a una persona, pero también es despectiva y expresa ofensa-. Tampoco se trata si es de izquierda, derecha o centro; creo yo que es hora de que debemos sacar lo mejor de cada ideología política. Somos un país diverso, variado en razas, -de base una gran cultura como la Inca que aún que no ha sido revelada a todos los peruanos en su real y verdadera trascendencia-, sumamos a ella otras tantas culturas, casi  todas, las del mundo. ¿Por qué no sacar lo mejor de cada uno y lograr ese equilibrio tan esperado y que personalmente cada quien busca en sus propias vidas?; ya dejar las ideas de otrora sobre trincheras políticas, porque no somos los mismos que el minuto anterior, menos el mundo.

Cuarto: Actuar con los tiempos, en verdadera democracia y libertad: Libertad para pensar, optar, sin presiones partidarias, hereditarias o continuar con estrategias vetustas y folclóricas. Sabemos que no podemos ser una isla en estos tiempos y aunque la globalización trae consigo cosas malas, también buenas y es parte del hoy y más allá de renegar, escapar o creerla tan buena; filtrarla y vuelvo a mencionarlo, sacar lo mejor, lo mejor de todo y sobre todo fiscalizar, porque si estamos en democracia (de democracia: Forma de gobierno en la que el poder político es ejercido por los ciudadanos. Doctrina política según la cual la soberanía reside en el pueblo, que ejerce el poder directamente o por medio de representantes. Forma de sociedad que practica la igualdad de derechos individuales, con independencia de etnias, sexos, credos religiosos, etc.), entonces debemos estar atentos -más que prohibir-, a que hacen con nuestros recursos, con nuestro suelo, con nuestra familias, con nuestro trabajo e impuestos, etc. Debemos ser nosotros quien gobernemos y no ellos, pero para eso debemos ser vigilantes, valerosos y no quedarnos en la conformidad o en el egoísmo de que sólo cumplan con mis expectativas y necesidades y no de todo pueblo peruano.

Nosotros somos quien debemos gobernar y los más interesados, entonces pongámosle un poco mas de información, de estudio, de escrutinio y dedicación  a este tiempo de elecciones a nuestra decisión.